Tristeza y otras emociones

     Imagen extraída de: gndiario

Hoy os hablaré de la película Del Revés. El otro día volví a verla después de mucho tiempo, y me he dado cuenta que es más que una película de Pixar, es una descripción de cómo funcionan las emociones y de cómo surge la depresión.

Pues bien, la película comienza con los primeros días de Riley, la protagonista. Dentro de su cabeza viven varios sentimientos: ira, miedo, asco, tristeza y alegría. Cada uno de ellos actúa en un momento concreto, ante un peligro actúa miedo, ante una comida mala asco, ante un enfado ira... pero sobre todo alegría, que hace que sus recuerdos se formen desde la felicidad. 

El problema viene cuando alegría y tristeza desaparecen de la central, junto a sus recuerdos imprescindibles, que son los que crean su personalidad, descrita con diferentes islas (la de la familia, las payasadas, el hockey... ).

En la película se ve cómo, poco a poco, se van cayendo esas islas, lo que hace que sus virtudes y gustos vayan dejando de hacerle ilusión, hasta llegar un punto en el que no siente nada, viviendo en "modo automático". 

Pues bien, lo mismo pasa con la depresión, cuando en tu cabeza solo lideran la ira el miedo y el asco las cosas que antes te gustaban te dejan de gustar, andas cabizbajo/a, no tienes motivaciones... y empiezas a cambiar tu actitud con tus padres, amigos, etc. Te sientes vulnerable, solo. Ves todo desde una perspectiva en la que sacas todos los errores que has cometido, y vas llenando la mochila de piedras que te vas encontrando en el camino, hasta que no puedes más por el peso.

Cuando consigues soltarla te das cuenta de que todo ese peso que se había ido acumulando te estaba entorpeciendo y no te dejaba ver más allá del muro que había creado tu cabeza.

El poder soltar la mochila no lo hace uno solo, necesita un apoyo, una ayuda, un alguien que le ayude a sacar todas las piedras.

Debemos normalizar el hablar de nuestros sentimientos, el buscar ayuda, el ir a psicólogo y que no signifique que estas loco, que has perdido la cabeza, por que a veces simplemente necesitamos hablar con alguien, y que ese alguien nos escuche.