¿Es lo mismo?

 

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Hoy os voy a hablar de un tema muy concreto. Pero antes quiero hacer unas aclaraciones. Para empezar esto no tiene nada que ver con política ni partidos políticos. Y tampoco estoy diciendo que sea lo mismo. Ya veréis por qué digo todo esto.

Ahora sí, os voy a hablar de los campos de concentraciones Nazis y el pensamiento de hoy en día. ¿Fuerte no?

Pues bien, en la Segunda Guerra Mundial los Alemanes crearon unas instalaciones con el fin de acabar con los enemigos del estado, es decir, todos aquellos que no fueran válidos, así como gitanos, homosexuales, judíos, prisioneros de guerra... Digo válidos porque, detrás de esta palabra está el pensamiento de que la población perfecta debía ser de la raza Aria, es decir, rubios blancos de ojos azules, todos los demás eran el enemigo o no eran válidos.

Millones de personas no válidas fueron explotadas, exterminadas, utilizadas para experimentos...  dentro de estos campos, con el respaldo de que eran el enemigo de la pureza racial. 

Después de este brevísimo resumen de lo que fue el Holocausto, quiero hacer una reflexión en torno al pensamiento de hoy en día.

Todos sabemos que a día de hoy sigue existiendo ese pensamiento Nazi, de hecho hay personas que se consideran Nazis y lo dicen sin más, y viven entre nosotros. Pero yéndonos más allá, las personas que no se consideran Nazis, muchas de ellas defienden ese pensamiento, y lo defienden abiertamente.

Es decir, no precisamente defienden que la raza Aria era la correcta o la pura, sino que, muchos colectivos que también fueron exterminados en esos campos no lo son. No es una sorpresa que en estos últimos hayan sucedido agresiones a colectivos por el simple hecho de ser diferentes, por no seguir el camino correcto, por su raza, su etnia, su orientación... Todo eso tiene un nombre, muchos nombres: racismo, homofobia, xenofobia, misoginia... 

No es algo que sea ajeno a nosotros, tristemente todos conocemos a personas cercanas que piensan así, o que intenta ocultarlo.

Y yo me pregunto, ¿Qué es lo diferente? ¿Cuál es el camino correcto? ¿Qué es lo válido y qué no lo es? Y entonces, ¿Qué diferencia hay entre el Nazismo y los pensamientos de hoy en día?

Es triste saber que el pensamiento Nazi no ha salido todavía de nuestra sociedad, que seguimos viviendo entre prejuicios, discriminaciones, agresiones, y que por lo que parece, esto no se va a ir en mucho tiempo, que se transmite de generación en generación. 

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