Mi niña vol.2

"Sentimiento de abandono, miedo al mismo, como un insignificante cigarro en el frío suelo, olvidado, perdido.

Encuentras a la persona, que lo da todo por ti, como si fuera la última vez, pero no ves más allá del miedo, y la proteges, o crees que lo haces, pero en realidad la vinculas a ti con un simple "mi" delante de un apodo, asegurando la pertenencia, pero a ella le parece enternecedor.

Empezáis a salir. Es todo perfecto, os queréis, os reís juntos, lo pasáis genial el uno con el otro. Estáis viviendo una película de amor, de esas que ponen en Navidad, de las que todos sueñan vivir una parecida. 


Un día sientes la competencia, un conocido, sus amistades. Intentas ponerle excusas para que se quede contigo, pero se opone, así que haces ver que estás mal y su amor por ti le puede, así que se queda. Una y otra vez. Poco a poco se va a alejando de su círculo, y su único apoyo eres tu. Lo has conseguido.

Sientes que cualquier persona se va a poner en vuestro camino de la supuesta felicidad, que tu creías que teníais, pero realmente es dependencia recíproca. La ves como la presa de una manada de lobos. Así que poco a poco le pones más excusas, y, como tu esperabas, deja de salir.

Cambia su manera de hablar, de vestirse, de maquillarse... y acaba siendo como tu quieres; un ser vulnerable al que tienes que proteger, pero realmente no es así, te tiene miedo, por lo que puedas hacer, por que tu ya le has dejado caer que si te deja te mueres.

Un día decide oponerse a todo lo que le impones. Te enfadas, discutís, y, en un momento de tensión cae el primer golpe, que no será el último.

Al día siguiente le sueltas el discurso de los dos dijimos cosas, me haces de rabiar, te lo has buscado y el más típico: lo hago por que te quiero.

Su miedo por ti cada vez es más grande, llegando al punto en el que cada vez que levantas la mano agacha la cabeza y hace lo que tu quieres por miedo a lo que puedas hacer, a ella o a ti mismo.

Lo has conseguido, está en tu mano, es tu niña.

Las disputas vuelven, cada vez más fuertes y seguidas. Ella está cansada de la situación, pero su dependencia le para, el miedo a lo que puedas hacer le para, por que tu ya le has dicho que puedes hacer una locura si te abandona. Porque es tu niña, no te puede dejar, es tuya. Tu niña.

Pasan meses, años, y seguís así. Ella se lo deja caer a un conocido. Esa persona se asombra, por que parecían la mejor pareja del mundo, pero igualmente algo olía raro. Le anima a pedir ayuda, a denunciar, pero su dependencia le hace ver que no, que él la quiere, que no es ese maltrato del que tanto se habla, a ella no, ella es su niña, nunca le haría eso.

Finalmente, después de una, y otra, y otra, y otra, y otra... decide denunciar. Ya no es tu niña."

Esta última frase se ve muy fácil: pues denuncias y ya está. Siento decir que no, no es fácil ni sencillo ni rápido. Nadie sabe lo que sienten las victimas de violencia de género salvo ellas. Por lo que nunca, NUNCA juzguéis,  deis un consejo o una opinión para salir del paso.

Y vosotros ¿Qué opináis? ¿Cómo podemos ayudar a personas que se encuentran en esta situación? Me gustaría leeros, y que todos aprendamos cómo ayudar desde fuera.





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